Las mallas cortavientos son mallas plásticas, sujetadas por un entramado de alambres que a su vez están sujetas a postes de metal o madera anclados al suelo.

El objetivo principal de los cortavientos es la de proteger el cultivo de los efectos perjudiciales ocasionados por el viento que pueden provocar: flores arrancadas, ramas rotas, exceso de transpiración, evaporación y erosión del terreno.

¿Cómo instalar una malla cortavientos?

 

Se deben instalar en forma perpendicular a la dirección de los vientos dominantes.

 

Altura de la instalación: La altura idónea para su instalación dependerá de la propia altura del cultivo a proteger y de la fuerza del viento en la zona. Las plantaciones de uva, por ejemplo, están sobre los 2,5 metros de altura, aconsejando colocar las barreras a una altura de unos 4 metros, según la fuerza del viento.

 

Distancia entre cortinas: La distancia entre cortinas debe ser de 10 veces la altura de la misma para zonas con viento moderado de hasta 30 km/hora.  Por ejemplo, una cortina de 4 metros de altura debe colocar las mallas cortavientos distanciadas cada 40 metros. En zonas ventosas se recomienda una distancia de 8 veces la altura, así quedará más protegido.

 

Soporte y sujeción: Los postes de mínimo 10 cm de diámetro serían la opción más adecuada, cuidando la distancia entre ellos que oscilaría entre 5/6 metros. En cuanto al diámetro del poste, un aumento del 10% significaría un aumento en la resistencia del viento del 33%. Entre los postes se extiende un alambre trenzado de tres hilos de 3 mm en forma de cruz que soporta una fuerza de 2.000 kg de tracción. En caso de vientos fuertes sería recomendable extender un alambre en sentido horizontal. Para zonas de menor tensión sería suficiente un alambre de 2,5 mm. Sería recomendable dejar una distancia de aproximadamente 15 cm entre el nivel del terreno y el alambre inferior. La profundidad a la que se debe introducir los postes en el suelo se establecerá en función de la altura del cortaviento y no debiera ser menor a 1 m. Los hoyos se deben hacer a mano para que no sean superiores a los 60 cm de diámetro, se recomienda taparlos con tierra seca y no con hormigón pues, al ser rígido, se rompería más fácilmente por la base. Tampoco es recomendable taparlo con tierra húmeda pues al secarse, el poste quedaría suelto.