La mejor época del año para empezar un huerto es en primavera, se pueden preparar los cultivos para que guarden la humedad en los meses más calurosos, además de comenzar a hacer un control de plagas para prevenirlas en los meses siguientes. El huerto de verano está compuesto por tomates, calabacines, rábanos, pimientos, lechugas, escarolas, melones y sandías, todo aquello que se ha cuidado y trasplantado durante la primavera. Y, a pesar de que el calor estimula el crecimiento de nuestro huerto, una exposición a temperaturas extremas produce más evaporación y, por lo tanto, menor absorción de agua, dando lugar a plantas más débiles y con menos propiedades nutritivas. 

El cultivo de tomates y las altas temperaturas

El  cultivo de tomates aumentó en un 50% en 2021, con 1,26 millones de toneladas adicionales. Según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el tomate es la hortaliza más producida y más consumida con un total de 13,3 kg consumidos por persona al año. Así que, si estás pensando en cultivar tomates, junio es tu última oportunidad.

La temperatura ideal para el cultivo de tomates se sitúa entre los 23 y 25°C, sin embargo, en verano las temperaturas pueden alcanzar los 40 grados en algunas zonas, lo que puede dar lugar al aborto de algunas tomateras. Así, cuando la temperatura aumenta por encima de los 35 grados, disminuye la producción de granos de polen y, por consiguiente, se pierden racimos obteniendo sólo dos o tres tomates. Al incrementarse las temperaturas, se produce una reducción de la fotosíntesis mermando el crecimiento generativo y la producción de diferentes cultivos, entre ellos de los tomates.

¿Cómo evitar que el calor afecte al cultivo de tomates?

Una de las soluciones más eficaces para evitar este tipo de situaciones es la utilización de las mallas de sombreo. Su fabricación se realiza a base de hilos monofilamento, cintas de rafia y ambas son de polietileno de alta densidad. Dependiendo de la construcción del tejido y tus necesidades puedes elegir entre una malla de 50, 70 y 90 , además de diferentes colores que, en función del que elijas, proveerá una mayor o menor protección.

Además la malla de sombreo ofrece numerosas ventajas: 

  • Protección frente a la insolación.
  • Disminución de temperaturas en el invernadero, túnel o umbráculo.
  • Función cortavientos
  • Reducción de situaciones de estrés en los cultivos.

Como puedes observar, la malla de sombreo tiene múltiples usos que se adaptan a cualquier tipo de situación y cultivo. Es un acierto seguro para proteger cultivos y plantaciones, permitiendo sacar el máximo rendimiento en cada temporada. Cada planta y cada cultivo tienen unas necesidades, por lo que es importante tenerlas en cuenta para aumentar la productividad y sacar lo mejor de cada temporada. Con las mallas de sombreo de Rábita Agrotextil te aseguras de que tu cultivo crezca sano y cumpla tus expectativas.