Conocer el calendario de siembra y plantación es imprescindible si quieres que tu huerto luzca con todas las verduras, frutas y hortalizas con la mejor calidad posible. Por eso, hoy os hablamos sobre la siembra de verduras de temporada en el mes de abril, así como también comentaremos cuáles son las tareas de mantenimiento del huerto y otras labores pertinentes.
El mes de abril se caracteriza por el comienzo del buen tiempo, las temperaturas comienzan a ser más suaves, las horas de luz aumentan y son más propensas las lluvias moderadas. Es por ello que es la mejor época para que nuestras plantas crezcan y florezcan con más fuerza.
¿Qué tipos de plantación hay?
Antes de comenzar con la siembra de verduras de temporada en abril, vamos a diferenciar los tipos de plantación que requieren las diferentes verduras y hortalizas.
Siembra directa
Este tipo de siembra acoge la denominación de “siembra directa” porque la semilla se puede cultivar directamente en el propio suelo del huerto sin la necesidad de realizar, previo a este paso, otro tipo de trabajos con la semilla.
Normalmente esta plantación es posible en los casos de cultivo de semillas grandes. Aunque a grandes rasgos no parece que este tipo de plantación requiera indicaciones especiales y tenga grandes ventajas sobre el resto de semillas, hay que tener en cuenta unas distancias de siembra específicas para cada planta. Además, este tipo de cultivo al ser al aire libre depende de las condiciones atmosféricas para su correcto desarrollo.
Siembra indirecta o de semillero
Por el contrario, el tipo de siembra indirecta consiste en plantar la semilla, en primer lugar, en recipientes cubiertos y con unas condiciones especiales y, posteriormente, cuando la planta esté preparada, será trasplantada a su ubicación definitiva.
¿Qué plantar en abril?
Una vez diferenciados los dos tipos de siembra principal, podremos hablar de la siembra de temporada en abril siguiendo esta clasificación.
Siembra directa | Siembra en semillero |
Ajo | Apio |
Calabacín | Berenjena |
Calabaza | Cebolla |
Cardo | Col |
Espinaca | Fresón |
Guisante | Judía |
Maíz | Lechuga |
Remolacha | Melón |
Rúcula | Pepino |
Zanahoria | Pimiento |
Puerro | |
Sandía | |
Tomate |
En abril, el inicio de la primavera todavía está reciente y las temperaturas no son lo suficientemente suaves, con probabilidad de que las noches vengan acompañadas de alguna helada, por eso es recomendable esperar hasta el final de mes para plantar las semillas de pepinos y judías.
¿Cómo mantener los cultivos de siembra de temporada en abril?
Como hemos comentado anteriormente, durante la primavera los cultivos necesitan un cuidado y control especial, sobre todo por las noches, cuando las temperaturas son mínimas y bastante bajas.
Por otro lado, debemos tener en cuenta la humedad de la lluvia, que suele atraer numerosas cantidades de caracoles y babosas, así como la aparición de malas hierbas. Para controlar que no se formen plagas, es importante mantener los cultivos protegidos.
Una de las soluciones más eficaces y sostenibles, ya que estaríamos reduciendo el uso de sulfatos y productos químicos, es el uso de agrotextiles. Cada tipo de malla agrícola sirve para cubrir una o varias necesidades específicas. En el caso de las malas hierbas, contamos con la Malla Cubresuelos, que además reduce la evapotranspiración y evita la erosión del suelo, una opción útil para algunos de los cultivos de horticultura y arboricultura en esta época.
Además, es muy importante evitar la entrada de plagas al cultivo, por eso debemos mantener bien protegida la instalación donde se vayan a plantar las hortalizas. Las mallas agrícolas antitrips o antiáfidos están preparadas para mantener lejos de los cultivos los insectos más pequeños.
Además de las plagas, otra de las sorpresas desagradables que puede tener la primavera son las heladas inesperadas en algunas zonas. Por suerte, gracias a estas mallas el cultivo queda protegido frente a estos cambios bruscos de temperatura que pueden suponer grandes pérdidas en la producción.
Estas mallas agrícolas están confeccionadas de tal manera que la porosidad sea mínima, pero sin llegar a ser permeable y también permitiendo la transpirabilidad del propio cultivo. Asimismo, dependiendo del color de la malla, podrá servir también para proteger el cultivo de las radiaciones solares en aquellas zonas geográficas donde las temperaturas ya comienzan a ser elevadas en esta época del año. De esta forma, una malla agrícola de color negro, proporcionará más sombra que una de color cristal y estará indicada para las zonas más áridas y situadas más al sur.
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